miércoles, 2 de abril de 2014




I. Visión sintética de los problemas ecológicos


por Ezequiel Ander-Egg
Libro: Decrecer con Equidad
Ediciones
CICCUS


En este capítulo queremos ceñirnos a tratar todo lo referente a los estragos ecológicos de la globalización. Sin embargo, como ya explicamos en la introducción, desde sus inicios, el capitalismo, por su intrínseca deshumanización, resultó un depredador de la naturaleza. Ahora, con el proceso de globalización, acentuando esos rasgos, nos ha llevado al umbral mismo de la catástrofe ecológica, responsabilidad que también cabe a los países socialistas industrializados, apoyados en el mismo modelo productivista y depredador, fundamentado en el mito del crecimiento y el desarrollo, en el culto al productivismo y la adicción al consumo.
Presentamos una visión sintética de los problemas ecológicos, en cada uno de los aspectos en que se manifiestan los estragos.
1. La pérdida de tierras cultivables, la degradaciónde los suelos y el proceso de desertización
Se ha calculado que existen en nuestro planeta 13.000 millones de hectáreas; de ellas el 11% son tierras fértiles cultivables y el 24%, potencialmente cultivables. La desertización progresiva de vastas áreas del planeta constituye uno de los grandes problemas ecológicos que afronta la humanidad desde mediados del siglo xx, aunque el problema de la degradación de los suelos es de muy vieja data.
Ahora bien, una serie de factores ha contribuido en estos últimos cincuenta años a la pérdida de tierras cultivables, la degradación de los suelos y la desertización. Aunque faltan estudios más fidedignos (como se advirtió en la Cumbre de la Tierra, Río 1992), existen algunos datos bien significativos:
• Cada año se vuelven inútiles alrededor de 7 millones de hectáreas de suelo.
• Entre 1970 y 1990 se perdieron 450.000 millones de hectáreas de capa vegetal superior.
En la conferencia de Copenhague (diciembre 2009), al tratar el tema de la desertización, se señaló que el desierto de Gobi en China crece a un ritmo de 10.000 km2 al año. Situaciones similares se producen en Marruecos, Túnez y Libia.

En el informe de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) de julio 1993 se presentó una conclusión alarmante acerca de la pérdida de los terrenos fértiles desde la década del 90 hasta el año 2015. Serían unas 140 millones de hectáreas, equivalentes a la extensión del territorio de Alaska.
Esta pérdida de suelos fértiles y la consecuente erosión de los mismos, se produce por la sobreexplotación de las tierras, por el sobrepastoreo y por la utilización de modos de irrigación que arrastran la capa fértil del suelo. En el caso de Egipto, el porcentaje de las tierras cultivables salinizadas es del 30%.
A todo ello, se añade a la pérdida de tierras laborables por urbanización (más de los dos tercios de la humanidad vive en zonas urbanizadas), la construcción de autopistas, caminos, aeropuertos, fábricas y centros comerciales.

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