viernes, 28 de marzo de 2014



Fomentando un cambio en el
mundo contemporáneo
por Erwin Lazlo

Libro Decrecer con Equidad 


Ediciones 
CICCUS



I. Cambiar o no cambiar: ésa no es la cuestión

De vivir en nuestra época, Shakespeare le haría afirmar a Hamlet con más convicción que nunca: la cuestión es ser o no ser. Y estaría en lo cierto. Solo que su reflexión no sería en torno a la calavera sino que implicaría a la Tierra viva. ¿Podremos sobrevivir en este planeta o nos extinguiremos como los dinosaurios?
El hecho es que nos encontramos frente a un punto de inflexión. Todavía no sabemos qué es lo que vendrá, pero una cosa es segura: será distinto de lo conocido hasta el momento. No podemos continuar como hasta ahora.

Estamos destruyendo el tejido social. La inseguridad aumenta tanto en los países ricos como en los pobres. Y crece la propensión a recurrir al terrorismo y a la guerra. Uno de cada tres habitantes urbanos vive en barrios marginales, villas miseria o guetos urbanos; más de 900 millones pueden ser considerados habitantes de los barrios bajos. La brecha entre ricos-poderosos y pobres-marginales es cada vez mayor. El 80% de los productos domésticos pertenece a 1.000 millones de personas y el 20 % restante es compartido por 5.500 millones. El fundamentalismo islámico se está esparciendo en Medio Oriente, el fanatismo religioso aumenta en Estados Unidos y en todo el mundo, mientras que los neo-nazis y otros grupos extremistas emergen nuevamente en Europa. La producción de recursos esenciales –biológicos y materiales– ha mermado. Bosques, especies de peces y arrecifes de coral desaparecen a causa de los daños perpetrados; los suelos están agotados por el sobrecultivo y el uso de químicos; la diversidad se ve reducida a causa de la manipulación genética. Las reservas de agua potable disminuyen; más de la mitad de la población mundial enfrenta la escasez de agua. Y el cambio climático amenaza con convertir a la mayor parte del planeta en no apta para la producción de alimentos y vivienda.

De continuar de este modo, los nuevos patrones climáticos provocarán más sequía y huracanes, y traerán aparejado el fracaso de las cosechas además de la elevación del nivel del mar. Algunas áreas se verán expuestas a sequías, y otras padecerán inundaciones. Millones de personas deberán huir de las zonas más castigadas. La próxima conflagración no perdonará países ni poblaciones.

Cambiar o no cambiar no es la cuestión. Si queremos “ser”, debemos cambiar y, tarde o temprano, cambiaremos. La pregunta es, ¿cambiaremos a tiempo?